Taller de Filosofía en el patio

Este miércoles los alumnos de 4º de ESO de Taller de Filosofía tuvimos la clase en el patio. No solo para sentir el aire y la libertad que estos tiempos de pandemia nos han restringido sino para imitar a los epicúreos, los filósofos del jardín, que acostumbraban a reunirse al aire libre para hablar y hacer filosofía juntos.

Cada uno ha hablado de un objeto que es especial para él, explicando por qué motivo: recuerdos de infancia, personas que asociamos con ellos, actividades a las que nos dedicamos en el tiempo libre…

Partiendo de la realidad cotidiana hemos llegado a tocar algún punto profundo y filosófico. Haya sido poco o mucho, lo importante es que en todo momento ha estado presente el siguiente pensamiento de Epicuro:
«De todos los bienes que la sabiduría procura para que la vida sea por completo feliz, el mayor con mucho es la adquisición de la amistad.» (MC, 27)

5 equipos del Colegio semifinalistas en el concurso nacional Young Business Talents

Veintiún equipos de nuestros alumnos de 4º de Secundaria y 1º de Bachillerato, han participado en la competición empresarial “Young Business Talents” como parte práctica de la asignatura Economía. Con este concurso organizado por ABANCA, ESIC y Herbalife Nutrition, que se lleva a cabo a nivel regional y nacional, han adquirido experiencia sobre cómo gestionar una empresa de manera real llevando a cabo todas sus fases: Análisis, Planificación, Ejecución y Control.

Estamos muy orgullosos de nuestros alumnos que además de finalizar el programa completo con éxito, ¡5 equipos han sido semifinalistas!, los cuales han sido merecedores de su diploma acreditativo, y de un destacado reconocimiento a nivel curricular.

Graduación 4º ESO 2020/2021

Primero que todo, buenas tardes a profesores, alumnos y a toda la gente que nos esté viendo desde casa.

Madre mía, cuanto tiempo de un momento a otro han pasado demasiados años.

La gran mayoría en este colegio entrabamos con apenas 3 años a infantil, por la que nos parecía una puerta enorme, nos tocaba dejar de darle la mano a nuestros padres, ser valientes, y empezar nuestra primera etapa en la cual lo único que importaba era quien tenía el disfraz más bonito o de quién era el cumpleaños esa semana para llevar chuches a todos, pero justo en ese momento, creo que todos los padres hicieron el clic mental de que sus hijos comenzaron a crecer a nivel estudiantil, social y emocional.

Tan solo tres años después, subíamos el siguiente escalón, dejando atrás los cuadernos de ortografía que tanto molaban y a nuestros primeros tutores, los cuales hoy en día aún no olvidamos. Entramos a Primaria, con los ojos vendados y sin conocer a nadie, viendo cómo se quedaban atrás esos años de juego y de diversión, esos recuerdos de cuando nos portábamos bien que María Del Mar nos daba una copita, las mil historias con Julio, y esos chistes malos de Floren y Fernando que ya nos sabíamos, pero que nos alegraban la mañana igualmente. Creo que todos estamos de acuerdo que el flúor que nos daban estaba asqueroso, que lo mejor de la semana eran las clases de TIC en las que nadie hacía lo que mandaban y todos jugábamos a cualquier juego que encontráramos, que eran pocos, los que leían los libros que nos mandaban coger de la biblioteca y que nadie se aprendía las partituras de flauta. Convivimos con todo eso 6 años, llegando a la graduación de sexto de primaria, que fue un asador de pollos, pero aun así ese día estábamos muy felices y con mucha nostalgia ya que cambiábamos de etapa, la gente se iba, venía gente nueva, y nos tocó decir adiós a esos compañeros que llevábamos 9 años juntos en la misma clase.

Tiempo después y con el miedo en el cuerpo entrabamos por las puertas de Secundaria, llegaba la hora de ver en qué clases nos había tocado, de quién te distanciabas, con quien te ibas a juntar y un sin fin de cosas más. El nivel académico subía como la espuma y los suspensos también, para que engañarnos, éramos principiantes con las ideas por los suelos. Empezamos a conocer profesores nuevos y también gente nueva, que más tarde acabarían siendo de nuestros amigos, dejando atrás la gran rivalidad que hubo siempre entre A y B. Empezó el verdadero trabajo, nos tocó hacer la famosísima semana de proyectos la cual nos parecía algo nuevo, pero también hubo grandes excursiones, que a día de hoy recordamos como por ejemplo Matallana.

Llegamos a 2º, subíamos una planta más y descubriendo asignaturas nuevas, como Cultura clásica o Física y química, sabíamos que cada vez había más nivel, pero aun así hubo mucho tiempo para las risas, con la representación de Romeo y Julieta que nos mandaba Begoña y para excursiones con Antonio García.

Comenzó 3º y aunque todo parecía ir bien fue el año que más guerra dimos, Ana Bañez, Ana Gaztelu y Julián lo saben más que nadie, pero todo esto no acabó aquí, con las mil broncas o con las veces que nos pillaba Ángela Martin mirando por la ventana, esas que nos distraen, y que tan tentadoras son para las sillas, aunque como todos sabemos Ángela, la distracción no está con la persiana sino con la persona. Ese año escolar acabó de la manera más atípica, todos encerrados desde casa haciendo clases virtuales y miles de trabajos. Las risas nos las echamos por quienes pensaban que solo eran 15 días de cuarentena.

Llega 4º y con él, el último curso de la ESO, aunque aparentemente no parecía un curso muy fácil debido a la situación de la pandemia, todos vosotros, tanto alumnos como profesores habéis hecho que no sea tan desastroso, y aunque sigamos siendo igual de pesimistas, este año nos habéis enseñado muchas cosas tanto a nivel académico como social.

Agradecemos a toda la gente que entró nueva en cualquiera de los cursos, a todos los profesores y profesoras que les han tocado aguantar a un puñado de adolescentes, todos aquí, juntos o separados, hemos tocado el límite, y hemos reído como quizás no lo hemos hecho nunca.

Todos aquí hemos madurado, nuestras responsabilidades han crecido, y comenzamos a ver un poco más allá. Han ocurrido experiencias inolvidables, y con gente inolvidable, famosas excursiones, recreos, fiestas del instituto y otras cuantas más.

Recordad siempre quien sois, por quien estáis aquí, por quién lucháis o seguís adelante y cuál queréis que sea vuestro futuro, vuestras decisiones las tomáis vosotros, cómo os afectan las cosas, lo decidís vosotros, tenéis el derecho a la libertad, a expresar lo que queráis y cuando queráis.

Ser como tú eres está más que bien,

Pero ser libres y sobre todo felices, está mucho mejor.

Graduación 2º Bachillerato 2020/2021

La promoción de alumnos de 2º de Bachillerato 2020 / 2021 del Colegio Ntra. Sra. del Carmen ha celebrado su graduación. Una promoción que en su último año ha tenido que superar los problemas asociados con la pandemia por COVID-19 que tantos estragos ha hecho en nuestro Planeta, con clases semipresenciales, mascarillas, ventanas abiertos y sus corrientes, gel hidro-alcohólico y seguramente lo más dura para ellos, las abismales separaciones en las aulas. Pero se han superado y han conseguido graduarse como auténticos campeones. ¡Enhorabuena chicos!

Momentos previos

Entrada de los alumnos

El acto de graduación, que ha tenido lugar en el patio del colegio debido a los protocolos COVID-19, ha comenzado con el saludo y la intervención de las tutoras, Elena Curiel Carazo y María Fernández Abella, para dar la bienvenida a los alumnos.

A continuación varios alumnos en representación de toda la promoción, dedicaron unas emotivas palabras a todos los asistentes, recordando sus años pasados en el Centro y sus vivencias más recordadas.

Hoy, 20 de mayo de 2021, nos despedimos de una etapa muy especial para todos. Es un día para recordar momentos que nos marcaron y fueron el precedente de lo que somos ahora. Estamos aquí para poner fin a una etapa larga y emocionante. Hace 15 años entramos por la puerta del colegio con nuestras mochilas, más grandes que nosotros, sin saber lo que se nos venía. No nos queríamos separar de nuestros padres, pero hoy en día les agradecemos todo lo que han sacrificado por nosotros todos estos años. Aunque al principio estábamos un poco perdidos pronto empezamos a hacer amigos, que todavía siguen presentes en nuestras vidas. Y es que cómo olvidar cuando era el cumpleaños de un compañero y llevaba el almuerzo para todos o cuando íbamos a la granja escuela y comíamos macarrones. 

Luego empezamos primaria, y aunque no parece un gran cambio empezamos a hacer cuadernillos Rubio de deberes y a recibir puntitos dorados como recompensa. Las relaciones entre nosotros cada vez eran más fuertes y a pesar de las discusiones, siempre acabábamos fundidos en un abrazo. En 1 llegó un nuevo compañero, Pupi, y a lo largo de primaria fueron llegando otros muchos y tuvimos que despedirnos de otros.  Otro de los recuerdos que nos llevamos son las excursiones como el Valle de los 6 sentidos, el viaje en barco por el canal o el viaje a Tordehumos. Pero sin duda la que más disfrutamos fue Matallana, donde volveríamos un año después.  Durante toda esta etapa nos han acompañado muchos profesores, que nos han ayudado a crecer como personas y estudiantes ayudándonos y enseñándonos a escribir, leer, estudiar y ser mejores personas. Finalmente dimos un gran paso, pasar al patio grande y subir un piso más. Nos convertimos en los mayores del colegio y cada vez estaba más cerca del cambio hacia la ESO. Primarias es una etapa llena de amigos y recuerdos que nos durarán siempre, desde los días de clase hasta los días de fiestas del colegio o festivales de navidad y los bailes que estos conllevaban. Y tras 9 años con los mismos compañeros nos tocó separarnos pero no nos impidió continuar siendo amigos.

Después llegó la ESO ¿Cómo olvidarnos de nuestro primer día? La emoción, los nervios, las ganas de conocer gente nueva… Llegamos un día cualquiera de 2015, asustados y sin saber qué nos deparaba el futuro. ¡Era todo tan grande y distinto al colegio! Este era un gran cambio que suponía nuevos comienzos y para nosotros era un mundo, aunque ahora pagaríamos por volver… Poco a poco nos fuimos habituando, todo gracias a los profesores que nos acogieron y ayudaron desde el primer momento. Entre madrugón y madrugón nos acostumbramos a los “buenos días” de Antonio en la puerta, a los nuevos profesores, a los cambios de aula, a los gritos de Asun, a las pruebas físicas de Carmelo… ¡Por fin nos sentíamos mayores! Pero comenzaron el estrés, los trabajos, los deberes, los exámenes y el estudio de verdad, ¡comenzaron hasta los granos!  Al principio cumplíamos todas las normas, pero puede que luego nos las saltáramos un poco… Todos usábamos el móvil o la tablet para jugar cuando los profesores no estaban, parábamos de correr cuando Carmelo no miraba o gastábamos bromas con el proyector… Aprendimos que los profesores no son personas a las que temer, sino que pueden llegar a ser nuestros amigos. La cercanía y cariño que recibimos de ellos nos ayudó a integrarnos en el instituto. Nos llevamos muchas experiencias de este centro, así como amigos que hoy aquí nos acompañan. Esos amigos que hacemos en la adolescencia y que a pesar de las discusiones siguen a nuestro lado, aquellos a los que sabes que puedes copiar los deberes sin ningún problema o preguntarles alguna duda los 5 minutos antes de un examen.  Fueron unos años difíciles para nosotros, pero a pesar de las dificultades, estábamos dispuestos a continuar y a empezar nuevas etapas, con nuevas aventuras y pruebas que superar cada día.

Durante este largo y duro camino, nos hemos dado cuenta de que la vida no es fácil, hemos aprendido a trabajar, a cooperar y a luchar para llegar donde queremos, siempre con dedicación y constancia podemos conseguir todo aquello que nos propongamos. Tercero de la ESO fue un año de cambio en el que se nos empezó a pedir un nivel más alto. La exigencia fue mayor y para muchos fue un año complicado. Además, fue el año en que empezamos a elegir nuestro camino, el cual se iría consolidando los años posteriores. El esfuerzo al que tuvimos que recurrir para afrontar el curso fue un gran paso en nuestro aprendizaje y la formación de nuestros valores como personas. Pese a la transición, fuimos capaces de superar las dificultades y pasar al siguiente curso. Desgraciadamente, hubo gente que se quedó por el camino que aún así siguió presente con todos nosotros. Cuarto supuso algo similar a la calma que viene después de la tormenta. Este curso fue el prólogo de los siguientes años que hoy estamos celebrando terminar. La incorporación de nuevas asignaturas nos hizo entender que era algo más que pasar de curso, era la conclusión tras cuatro años de crecimiento y conocimiento. Por otra parte, también llegaron nuevos compañeros y, aunque casi nos tiramos de los pelos, fuimos capaces de consolidar amistades fuertes y duraderas. Hubo muchos momentos memorables como el baile y la canción que hicimos por Navidad, la excursión a Salamanca, la promesa del café filosófico que Pablo nunca llegó a cumplir, ¿dónde está mi colacao y mi donut, ¿eh, Pablo? O las veces que Paco nos regañaba por ir en chándal. También hay que hacer mención de la excursión de fin de curso a San Sebastián, que puso punto y final a esta etapa tan inolvidable.

Acabar 4 de la eso, era un paso muy importante para nosotros, salir de una etapa muy larga e importante y comenzar otra completamente nueva. Adaptarnos no fue difícil, sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar. Durante el curso, lo poco que pudimos dar, iba viento en popa. Un día dando matemáticas, llegó Asun a avisarnos de que venía un virus muy malo y que nos iba a enviar a casa, pero sólo unos días decía (porque no sabía lo que iba a llegar). El confinamiento fue muy duro, no poder ir a clase y aunque es raro decirlo, lo echábamos hasta de menos. Las videollamadas fueron muy anecdóticas, como las de Pablo con su acordeón y su tamagochi o las de Asun peleándose con su castillo de cosas para colocar la cámara y Begoña desesperada porque muchos no contestaban o estaban dormidos. Echábamos de menos todo, las clases con Adrián y sus clases “relajaditas “o los viernes fiesteros ¿eh Saguillo? Las reflexiones encíclicas de Fran nada más empezar el día o las clases locas de Marta y las vacaciones de Alfonso para corregir. Dani, aunque seamos unos asquerosos repugnantes bichos repelentes sabemos que nos vas a echar mucho de menos. Tere Godoy con su pasión a Pio Baroja… Estaba claro que el verano que llegaba no iba a ser como nosotros esperábamos. Después de estar pensando cómo iba a ser el comienzo de 2 de bachillerato, la llegada a clase fue la sensación más rara que habíamos vivido hasta ahora. Al principio sentíamos miedo al ver a todo el mundo con mascarilla, los profesores nerviosos por no saber cómo colocarnos en clase y pensando que todo iba a salir mal. Cuando acabamos el primer trimestre nos dimos cuenta de lo que se venía encima. Pandemia y encima estudiar a muerte para sacar este curso tan difícil. Y Adriana, gracias, porque, aunque llegaste en un momento desastroso, nos salvaste el curso. 

Comenzaba nuestra aventura en bachillerato hace 2 años, algunos 3 como es mi caso conociendo a nuevas personas las cuales serían nuestros compañeros de viaje en esta etapa de la vida. Cómo olvidar esos diálogos filosóficos con más tensión que en un debate entre Abascal y Pablo Iglesias, a nuestra mascota Manolo culpable de la muerte de Dios, esas semanas de cuarentena en las que a veces nos uníamos a las clases online, o esos momentos previos a los exámenes globales llenos de nervios y agobios. Pese a que al principio el ambiente en nuestra clase no fue el mejor del mundo, con el tiempo hemos conseguido saber convivir los unos con los otros con algún que otro rocecillo, pero bueno cosas que pasan hasta en las mejores familias. Con estas y otras mil anécdotas más hemos pasado estos 2 años tan diferentes tanto por la pandemia como por la dureza del curso ya que nos hemos dado cuenta de lo duro que a veces es conseguir lo que uno quiere y la gran satisfacción que se siente al conseguirlo.

Y al fin después de muchos lloros, risas y agobios hemos llegado al final de esta aventura que con esfuerzo y empeño hemos conseguido sacar adelante y de la cual nos llevamos un montón de recuerdos que jamás olvidaremos. ¿Parece mentira verdad?, el momento que tan lejos veíamos, está tan cerca que si nos descuidamos va a ser una parte más de nuestro pasado.  Y al igual que el discurso, nuestra etapa aquí llega a su fin. Algunos respirareis tranquilos, lo sabemos, hemos dado mucha guerra, que si no paráis de hablar, que si estáis siempre en el pasillo, que si no os centráis, que si así no se puede dar clase…  Aún así, esperamos que al igual que nosotros, guardéis alguno de esos recuerdos que mis compañeros han mencionado: los buenos, los menos buenos, los que contengan risas e incluso los tristes. Nos habéis enseñado muchas cosas, está claro, pero sobretodo nos habéis cuidado en este viaje que comenzamos cuando apenas teníamos tres años. Cuando casi no sabíamos hablar y ahora hablamos por los codos, ¿verdad profes? 

Sólo queda agradeceros todo aquello que en años no os hemos agradecido, tal vez porque no lo valorábamos hasta ahora.  Gracias por acompañarnos en el que ha sido el primer gran viaje de nuestra vida, a partir de ahora nuestros destinos se separan, pero siempre seguiremos unidos por el vínculo del colegio. 

Muchas gracias y hasta siempre.

Como representante de los profesores del colegio, Tere Godoy dedico unas bonitas palabras a los alumnos el año en que dejará el colegio por su pronta jubilación. ¡Mucha suerte en tu nueva vida! Y María Fernández, profesora y tutora, quiso también dedicarles una soberbia actuación guitarra en mano. ¡Fantástica!

Daniel Encinas Tejedor y Mariano García Ruano, directores pedagógico y titular, respectivamente, también dedicaron unas palabras de despedida a nuestros estudiantes.

Los siguiente, fue imponer las becas y orlas a los alumnos que este curso abandonarán el centro para comenzar una nueva etapa y entregar el Premio a la Excelencia a la alumna Lucía Navarro.

¡Enhorabuena Lucía, te lo mereces!

Para finalizar, nos hicimos las fotos de grupo, compañeros y profesores.

¡Mucha suerte en vuestro camino!

Fotografía: Ana Gaztelu

PD: Esperamos sepáis perdonar los problemas técnicos… (: