Historia

Hundreds of years ago…

In a place called Valladolid…

Grabado de Valladolid realizado en 1574 por Braun y Hogenberg

 

El Barrio de Las Delicias nace a comienzos del siglo XX dentro de la capital vallisoletana. Es el primer barrio que se ubica en el cinturón exterior de las vías del tren, por lo que los nuevos vecinos de Las Delicias, ocuparon tierras de labor de forma ilegal.

Parque de Canterac

 

El barrio creció con vecinos provenientes de las zonas rurales castellanas, alimentando el éxodo rural de la época. Aquellos nuevos vecinos de Las Delicias, siguieron construyendo sus casas molineras en las tierras de labranza, originando conflictos con el Ayuntamiento de Valladolid. Tras largas negociaciones, los vecinos de Las Delicias, fueron reconocidos como ciudadanos vallisoletanos. Esos nuevos vecinos, rápidamente encontraron trabajo en los talleres de Renfe, que acababan de construirse en el barrio.

Las Delicias, fue el primer barrio al otro lado del cinturón que formaban las vías del tren en la capital del Pisuerga. Esto, desde el principio, fue un problema para los vecinos que día tras día se veían obligados a cruzar las vías para pasar al otro lado de la ciudad. Tras numerosas muertes por atropellamiento en las vías, el Ayuntamiento accedió a crear en los años 50, dos túneles que dieran paso a vehículos y peatones, sin necesidad de jugarse la vida en la vía del tren.

Fue a partir de ese momento, cuando el barrio comenzó su crecimiento más importante. Gente proveniente de las zonas rurales de las provincias de Segovia, Zamora, Palencia, León y la propia Valladolid. Durante los años 50 y 60, la masiva llegada de población de las zonas rurales, hizo que una necesidad de vivienda urgente, obligara al Ayuntamiento de Valladolid a facilitar las condiciones de construcción en el barrio.

Algo que aprovecharon las constructoras, que rápidamente ocuparon el terreno y construyeron un gran número de viviendas, entre las que se encuentran, las viviendas sociales del complejo de “Las Viudas”, viviendas construidas por el gobierno franquista para las viudas de la Guerra Civil Española.

Muchos de los vecinos, encontraron trabajo en la factoría de Renault en Valladolid, más conocida como FASA.

Poblado de FASA RENAULT

¿Eso era el Rosina? ¿Y el edificio de secundaria?

 

En 1934, comienzan su andadura las escuelas parroquiales del Ave María, fundadas por Mariano Miguel López, quien durante casi cinco decenios fue párroco de la iglesia del Carmen.

Nos han robado los despachos parroquiales

Esas escuelas recibieron desde 1943 el fuerte apoyo de la hermandad ferroviaria de la Sagrada Familia. Sus aulas estaban ubicadas en los locales del Colegio del Carmen, que ahora ocupan la sala de tecnología y el despacho de padres y madres.

Ole, ole, ole

En torno a 1956 nace en Las Delicias una nueva estructura educativa  para asumir la enseñanza de una creciente población infantil y juvenil en las ciudades por el éxodo rural.

La famosa gimnasia ¿Se parece algo a la que hay ahora?

¿Donde está el Polideportivo?

 

En 1963 comenzarán a funcionar las nuevas secciones filiales del barrio. La número 3 del Zorrilla (más tarde San Juan de Avila, para chicos) y la número 2 del Núñez de Arce (Nuestra Señora del Carmen, para chicas).

Más gimnasia

 

Ambas instituciones estaban ubicadas en torno a la Parroquia del Carmen, en el corazón de Las Delicias, cuya iglesia se incendió dos veces en 1336 y se volvió a terminar en 1949 con donaciones populares y de ministros como Girón. Dependían de un instituto, pero eran varias las entidades colaboradoras, el 86% fueron promovidas por instituciones de la iglesia, las que aportaban recursos humanos, financiación, edificios, mobiliario y organización. La creación de estas secciones filiales se bloqueó en 1975 y en 1975 pasaron a llamarse Centros Homologados.

La famosa tapia de la que tanto hemos oído hablar

 

En los años anteriores a 1.988, conviven en la misma manzana tres colegios, hijos de una misma raíz, el Arzobispado de Valladolid, pero con diferentes aulas, profesores, alumnos e incluso con un hermoso MURO, parecido al de Berlín, pero con un gran mapa, que alejaba sus realidades y facilitaba la separación física de los mismos.

Y, ante el posible desastre en forma de cierre de los tres Colegios, se acaba imponiendo el sentido común. La solución viene dada por un refrán muy sencillo: LA UNIÓN HACE LA FUERZA. Los tres directores nuevos en el cargo deciden iniciar un proceso complicado de fusión, por la gran cantidad de detalles que deben valorarse. Benigno (Ave María), Remigio (San Juan de Ávila) y Pepe (Nuestra Señora del Carmen) son los encargados de dar ese paso. Y todo ello con el necesario respaldo del Arzobispado y la Inspección Educativa.

Ese mismo año se formaron grupos reuniendo a todos los alumnos de los tres Colegios, y se distribuyó el trabajo entre todos los profesores que antes estaban separados, reorganizado los espacios y poniendo la pequeña semilla de todo lo que somos en este momento. Atrás quedaban tiempos duros con dudas sobre nuestra supervivencia, pero que dieron lugar a nuestro avance en todos los campos: de convivencia, de formación, de modernidad y de respeto ambiental.

¿Qué son esas manchas que había debajo de todas las ventanas?

Colegio Nuestra Señora del Carmen de Valladolid.

 

En sus momentos buenos el Centro llego a tener más de 2000 escolares, sólo un poco por detrás del colegio San José en toda la provincia de Valladolid.

Y en los últimos años hemos intentado ampliar nuestra oferta a los más pequeños, construyendo un edificio para alumnos de 0 a 3 años.