¡Por fin llegó el gran día! Tras el madrugón pusimos rumbo a tierras portuguesas. Ambientillo en el bus…
Llegamos a Aveiro, con un día espectacular. Esta ciudad ha sido frecuentemente denominada la «Venecia de Portugal» por sus canales que atraviesan el centro de la ciudad, lo que la dota de una gran belleza. Tras visitar la Sé, Catedral de Aveiro, también conocida como Iglesia de São Domingos de Aveiro, localizada en pleno centro histórico, dimos un paseo por la ciudad y después de comer, nos paseamos en los famosos Moliceiros cruzando los cuatro canales que atraviesan esta bonita y pinturesca localidad.
No podíamos irnos sin visitar la zona costera, Costa Nova, situada al lado de la Ria de Aveiro, en la zona turística de Rota da Luz. Se trata de una pequeña urbanización de playa que se diferencia de todos los pueblos de alrededor por sus famosísimas casitas de rayas de colores. ¡No pudimos dejar pasar la ocasión de hacernos una bonita foto!
Y… Lo confesamos… También sucumbimos a la tentación de probar las Tripas… Se trata de una masa parecida a los crepes que se rellena de diferentes cosas dulces… Con Nutella… (lo sentimos pero no pudimos resistirnos e hicimos la foto tras probarla)
Y para acabar el día, llegamos al magnífico Hotel Legendary Porto, en el centro de Oporto.
Paseíto breve, cena y a descansar.
¡Mañana más!