Este 20 de noviembre, con motivo del Día Mundial de la Filosofía impulsado por la UNESCO, celebramos una jornada de reflexión filosófica en torno a la existencia de Dios y el sentido de la vida en el Aula Magna del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid.
Ha sido punto de encuentro para el alumnado de Taller de Filosofía de 4º de ESO, Filosofía de 1º y 2º de Bachillerato y estudiantes de filosofía en la universidad, doctorandos, doctores y profesores de Filosofía en etapas universitarias. También se ha contado con la participación de algunas personas ajenas al mundo académico. Esta diversidad de perfiles y edades ha creado un clima de reflexión y construcción colectiva poco frecuente, y sin duda valioso.

Durante sus intervenciones se abordaron cuestiones como la existencia de Dios, los argumentos y demostraciones de su existencia así como el cuestionamiento de su validez, el vínculo entre Dios y el amor, entre otros atributos que puedan pertenecerle, las relaciones entre entre fe y razón, la importancia de saber mirar a la realidad para descubrir lo divino en la naturaleza o qué significa «perdonar».






Del mismo modo, antiguos profesores de prácticas de cursos pasados participaron de forma telemática destacando el papel que ha jugado para ellos la Filosofía, tanto a nivel personal como profesional. Incluso un antiguo alumno compartió sus reflexiones preguntándose sobre la existencia de Dios y planteando al público el conocido dilema sobre si Dios fue quien creó al ser humano o viceversa.
Un debate filosófico y teológico profundo que no tiene una única respuesta universal, ya que depende de las creencias personales de cada individuo: desde la perspectiva religiosa, Dios creó al hombre, tal como se describe en textos sagrados como la Biblia, mientras que desde una perspectiva atea, se argumenta que el hombre creó a Dios como una construcción cultural cuya finalidad es explicar lo desconocido o dar consuelo.

Tras estas intensas reflexiones, hubo tiempo para la distensión y deleite con dos intervenciones musicales en directo. Acordeón y saxofón amenizaron la jornada y dieron paso al último acto: una mesa redonda sobre el sentido de filosofar en el presente.


En ella se reflexionó sobre nuestra condición de animales racionales y los límites de la racionalidad humana. ¿Tiene sentido vivir sin filosofar? ¿Qué efecto tiene sobre nuestras vidas preguntarnos sobre nuestra existencia? ¿Puede la Filosofía mejorar nuestra experiencia vital sobre el mundo? Preguntas abiertas que compartimos con todos vosotros para que el Día Mundial de la Filosofía no se limite a una única jornada, sino que pueda estar presente en nuestras vidas.
Esperamos que se sigan celebrando días como este para seguir creando puntos de encuentro donde compartir y participar de la reflexión colectiva. ¡Viva la Filosofía!




























































































































































































































