Hoy vino al cole una enfermera muy simpática, se llama Elena, y nos enseñó cómo ayudar a la gente si se cae y no respira. Al principio me dio un poco de cosa, porque pensaba que era muy difícil, ¡pero no!
Elena nos enseñó con un muñeco grandote, como un bebé gigante. Nos dijo que si alguien se cae y no se mueve, lo primero es gritar fuerte: «¡Ayuda!». Así viene alguien mayor que sabe más.
Luego, si no respira, hay que ponerle las manos en el pecho y apretar fuerte, fuerte, muchas veces. ¡Como si estuviéramos haciendo un baile raro con las manos! Elena nos dijo que hay que hacerlo rápido, como si fuera una canción que va muy deprisa.










También nos enseñó a poner la cabeza un poquito para atrás y levantarle la barbilla, para que pueda respirar mejor. ¡Parecía que le estábamos haciendo cosquillas!
Elena nos dijo que aunque seamos pequeños, podemos ayudar mucho. Si llamamos rápido al 112 y les contamos lo que pasa, ellos pueden mandar a los médicos muy rápido. ¡Somos como pequeños superhéroes!
Al final, algunos probamos con el muñeco y también lo hicimos con nuestro peluche. ¡Era un poco raro apretarle tan fuerte, pero Elena dijo que así le ayudamos de verdad! Ahora ya sé qué hacer si alguien se pone mal. ¡Espero no tener que hacerlo nunca de verdad, pero si pasa, ya no tendré tanto miedo! ¡Ha sido súper interesante!