Los estudiantes de 2º de bachillerato del Colegio Ntra. Sra. del Carmen de Valladolid pudimos conocer el laboratorio de química analítica en la visita a los laboratorios que se encuentran en el edificio de QUIFIMA de la Universidad de Valladolid (UVA). Esta experiencia surge de la celebración en nuestra ciudad de la Semana de la Ciencia, y nos permitió conocer de primera mano el trabajo de los investigadores y jóvenes doctorandos, y participar en actividades prácticas.
Seguridad ante todo
Al llegar al laboratorio, nos dividieron en dos grupos. En uno de ellos, nos dieron una detallada explicación sobre las reglas de seguridad del laboratorio y también nos enseñaron cómo leer los pictogramas de los productos químicos con los que trabajamos. Este paso fundamental nos ayuda a comprender la importancia de las precauciones en un entorno de investigación química.
Investigación apícola
En la explicación también compartieron los variados trabajos que puede ofrecer la carrera de la química, pasando por el estudio de la enología, de los materiales, de las nanopartículas y de la fortaleza de los materiales, de los estudios de rocas que nos llegan del espacio, así como de su trabajo actual sobre el estudio de los productos naturales de las abejas. Esta exposición nos permitió darnos cuenta de la gran cantidad de posibilidades prácticas de la química en el mundo real.
Cromatografía en placa fina
El punto culminante de la visita fue la realización de un experimento de cromatografía en placa fina (TLC). Los alumnos pudieron aplicar esta técnica analítica esencial para separar y analizar los componentes de una mezcla.
En esta experiencia práctica pudimos distinguir entre varias biomoléculas asociadas a las hojas y a verduras de tipo brócoli. Dentro de las sustancias que se encuentran en estas especies, podemos determinar que hay algunas moléculas que, por el hecho de tener oxígeno en ellas, presentan una propiedad llamada polaridad que les permite ascender por una placa a velocidades distintas, de manera que recorren mayor o menor espacio.
Los alumnos de doctorado que nos estaban enseñando el laboratorio, nos dieron preparadas las placas de TLC y unas pipetas super finitas que se llaman capilares para poder aplicar las muestras correctamente.
Para concluir la jornada, nos habían preparado un emocionante juego de quiz. Divididos en pequeños grupos, pusimos a prueba nuestros conocimientos recién adquiridos en un ambiente de competencia sana. La combinación de teoría, práctica y juego demostró ser una fórmula efectiva para despertar nuestro interés científico.
Queremos agradecer a la universidad de Valladolid, y especialmente a los profesores y alumnos del departamento de Química Analítica su disponibilidad y su atención durante la visita, y les animamos a repetir porque es una tarea necesaria y que nos acerca al mundo real de la Ciencia.